Quiero volver contigo

Quiero volver contigo.

Quiero tenerte de vuelta,

a ver si es verdad que había tantas razones,

porque de verdad que las había,

aunque ahora no las encuentre.

Y qué putada.

Justo cuando más las necesito,

justo cuando más falta me hacen

justo cuando más falta me haces.

Quiero volver contigo,

porque no quiero tener que despertarme y pensar en ti,

quiero tener que despertarme y verte.

Porque no quiero tener que ver tus fotos cada día,

esas que escondí, que perdí a propósito

para que las agujas del reloj no me pincharan como ahora lo hacen,

para no tener que sangrar tiempo perdido,

que es lo que más duele.

Quiero volver contigo,

porque no hago sino volver de puntillas a ti,

aunque tú siempre acabes oyéndome,

porque busco en ti alguna señal,

aunque sé de sobra que tú ya no las emites.

Quiero volver contigo,

porque nadie está a tu altura,

porque desde que te conocí, no quiero conocer a nadie más.

Porque sigo pidiéndoles a otros que sean aquello que no son,

que hagan de ti, de lo que tú hacías.

Pero es culpa mía, no de ellos.

No tienen la culpa de no poder alcanzarte,

cómo voy a pedir a nadie que sonría como tú lo hacías.

Eso es imposible.

Eso no era de este mundo.

Quiero volver contigo,

y quiero saber que tú quieres volver conmigo.

Y si no, al menos llévate este vacío,

llévate el pedazo de mi que ahora es tuyo.

Pero quiero volver contigo.

Porque ya no puedo escuchar canciones sin llorar,

porque vaya a donde vaya, te veo.

Y te veo feliz.

Y lo que me jode.

Porque cocinar para uno no tiene tanta magia.

Lo siento, pero quiero volver contigo,

porque ya entendí porque no funcionó.

Pero sobre todo, quiero volver contigo,

para dejar atrás esas palabras que me dijiste,

que aún resuenan cada noche en mi cabeza:

“Quiero dejarlo contigo”.